lunes, 10 de marzo de 2008

47. Ajustes.

Si en un insomnio cualquiera, uno pretende aliviar el desvelo, puede que se le ocurra mirar hacia atrás. Cuántos hechos y desechos se acumulan en cada recoveco de la memoria: amagos de osadía, pasos en falso, desamores y amores, admiraciones y esperpentos, porquerías y chispas de humor. Uno apenas se reconoce en los cruces de sí mismo consigo mismo. Como si se tratara de confusos borradores del azar, de rostros en la niebla, de maletas perdidas.
Y en la balanza octogenaria, el platillo del pasado pesa mucho más que el del futuro. Pasó mucho y queda poco. No cabe duda de que algo se ha aprendido, por ejemplo a asumir el dolor: el físico, que puede ser curable, y el otro, que prende en el alma para siempre.
El ayer transcurre sobre el fuego, sobre el mar, sobre la tierra. Nada puede borrarlo, porque es hálito, destino. No hay más remedio que meterlo en la bolsa, y cómo pesa.
El presente es apenas una línea divisoria, una frontera que de poco sirve. Uno la pisa y la pasa, y el avaro futuro nos recibe con su abrazo implacable.




Vivir adrede
Mario Benedetti



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Examen de literatura aceptable, creo que aprobaré *_* [Dios, que patético me parece decir esto].
Mañana día decisivo. 3 exámenes de evaluación y notas de historia, estadística y física, a ver qué tal.
Se echa de menos el señor Rafa, y esas risas que nos hechamos con la persona afectada de "perritis hortelanis" y echo de menos un buen basket. Este miércoles cae ¡fijo!
El insomnio me puede últimamente, ayer de madrugada vino un ladrón nocturno y se me llevó a mi querido Daddy, espero que te cuides mucho y puedas venir en Abril, yo me cuidaré y no te defraudaré =) !
Hoy tan sólo tenía ganas de naufragar entre literatura benedettiana y un pellizco de Rise Against

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